EN UNA TARDE DE MAYO
Mi ángel, es tu piel tan sedosa
que la tibieza de tu rostro
y tu aroma, me enamoran.
Mi Camilo
eres cien veces mío,
y tú me escogiste...
"Ninguna es como tú"
me dijiste;
y en las noches de frío
arropaste mi alma dichosa.
¿Cómo no amarnos
entre las horas
que caminan sigilosas?
Cobíjate en mi pecho,
pues me confesaste
que ese es tu anhelo.
¿Qué porqué te mimo tanto?
ciertamente me lo has preguntado.
Y es que inventé palabras
de inefable ternura
que las hiciste tuyas,
y entre caricias y besos
me enredo en el llanto.
Camilo amado,
pronto pasa el tiempo
y se alejan los años
en este desespero
por volver a encontrarnos.
Mañana,
en una tarde de Mayo
vendrás a buscarme
y en un eterno abrazo
me llevarás contigo
hacia el extenso valle
que Dios nos ha preparado.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
Camilo Sesto
Camilo Blanes Cortés