QUE NO SE DETENGA TU VOZ
Misterioso mío,
en ti hay una paz
que emana de cada fibra
de tu ser.
Lentamente me miras
y con amor me dominas.
Te inclinas cual un príncipe
ante mis lágrimas.
Desconocido es tu abolengo,
¿de dónde vienes mi Camilo?
¿de qué ignotas sendas?
Recuéstate entre mis versos
que son la seda
en que te envuelve mi alma.
Son la tibieza que te arrulla.
Que tu música no me abandone
en esta noche.
Que tu voz no se detenga.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
Camilo Sesto
CAMILO BLANES CORTÉS